Supongamos que tu empresa quiere cambiar de sistema operativo. Hasta ahora estabas trabajando con Microsoft Windows y quieres empezar a hacerlo con Apple.
A continuacion te daremos algunos consejos para realizar este proceso de cambio de forma correcta
Veamos una serie de criterios que deberás tener en cuenta para elegir el sistema operativo de las computadoras de tu empresa.
- Finalidad:
¿para qué se van a utilizar esos ordenadores de trabajo?, ¿van a servir también como servidores?, ¿qué tipo de trabajo se va a realizar y por qué?
- Compatibilidad:
¿tienes que utilizar algún programa informático específico que sólo tenga versión para un sistema operativo?
- Preferencias:
¿cuál es el sistema con el que mejor se manejan tus empleados?
- Idoneidad para el hardware: tengamos en cuenta que las grandes tecnológicas que venden sus licencias quieren que utilices su software y no siempre facilitan que puedas desinstalarlo. Pero aún así, no tiene mucho sentido cambiar de sistema operativo, cuando precisamente el que disponemos es el más moderno y avanzado. O, por ejemplo, si hemos comprado ordenadores de Apple, no vamos a poder instalar Windows 10 en ellos fácilmente, ni tampoco es que sea una idea que te convenga mucho.
- Presupuesto:
tengamos en cuenta también el precio y los costes que estamos dispuestos a asumir. Habrá ocasiones en las que si compramos licencias específicas para empresas tendremos que asumir un coste mayor. Comparemos precios y presupuestos antes de tomar una decisión.
- Seguridad:
Puede interesarte trabajar con sistemas operativos de Linux o de Mac, dado que no existe la sobreabundancia de malware que tanto afecta a sistemas operativos de Windows.
Para migrar de un sistema operativo a otro, lo fundamental es que puedas almacenar toda la información que necesitas en un sitio. Sería muy bueno que tu empresa estuviera ya creando copias de seguridad en la nube, seguras y cifradas. Esto facilita mucho todos los procesos de migración para que la restauración de datos es mucho más fácil.
Aún así, recuerda que se puede cambiar de sistema operativo sin perder datos, un proceso muy importante que hay que tener en cuenta, sobre todo si manejamos grandes cantidades de información en nuestros discos duros.
El cambio de un sistema operativo a otro debe hacerse siguiendo las instrucciones que facilita el software y siempre tomando las precauciones de configuración necesarias para asegurarnos de una buena instalación.
Cambiar de sistema operativo en los ordenadores de tu empresa también puede ser la ocasión ideal para construir redes informáticas cableadas entre los diferentes sistemas, de modo que podamos mantenerlos interconectados y traspasar información de unos a otros más fácilmente, o utilizar unos mismos recursos (servidor, fotocopiadora, impresora, etc.).