Mantener un ordenador en un estado de temperatura frío y después llevarlo a una temperatura más alta, puede originar condensación dentro del dispositivo y al final acabar causando daños en el mismo.
Por ejemplo, dejar el ordenador toda la noche en el coche y por la mañana transportarlo a un edificio cálido y encenderlo inmediatamente es uno de los problemas más frecuentes relacionados con la temperatura del ordenador.
Aunque parezca que el frío sea un factor que no se pueda controlar, si puedes evitar que afecte a tu ordenador en la medida de lo posible. A continuación presentamos tres recomendaciones básicas para evitar el daño:
- No dejar el ordenador en el automóvil por un período de tiempo prolongado en caso de clima frío o caluroso.
- Si trabaja en condiciones frías, usa un estuche portátil.
- Si trabaja en un clima extremadamente frío (bajo 0ºC) y transporta el ordenador a una habitación más cálida, deje el dispositivo apagado durante unos minutos antes de ponerlo en marcha.
- Si trabaja en condiciones de clima extremo, consultar siempre la documentación del ordenador y el fabricante para tener una idea de las temperaturas de operación que se recomiendan.
Los extremos no son buenos, así que lo ideal es una temperatura muy neutra para alargar la vida de tu ordenador.