Los sistemas operativos para PC son complejos y deben pasar por una «secuencia de apagado» para asegurarse de que finalizan todos los procesos en ejecución antes de poder apagar el equipo. Una pérdida repentina de electricidad interrumpirá esta secuencia y puede dejar procesos «a medio terminar», por lo que existe la posibilidad de corrupción de archivos, dañando el sistema operativo.
El mayor peligro radica en los archivos de sistema; si el sistema operativo está ocupado editando un archivo importante cuando se produce el corte eléctrico (como una actualización del sistema), este archivo puede quedar inutilizable e impedir que el equipo pueda volver a iniciarse al toparse con este archivo corrupto en el proceso de arranque.
Incluso si tienes suerte y durante el corte eléctrico no se ha dañado ningún archivo de sistema y el equipo arranca con normalidad, puede que se hayan ido al traste otros archivos que estuvieras utilizando en ese momento, como una partida guardada de un juego o un documento en el que estuvieras trabajando.
Otro problema que suelen causar los cortes eléctricos está relacionado con los discos duros, y más concretamente con los discos mecánicos tradicionales. En éstos, el cabezal de lectura y escritura se mueve sobre los platos giratorios durante el funcionamiento y vuelve a su posición original tras la pérdida de energía. Ese movimiento repentino puede causar imperfecciones que se acumulan con el tiempo y aumenta la probabilidad de sufrir el llamado «head crash«, cuando el cabezal toca y raspa la superficie de los platos e inutiliza el disco duro.
Los dispositivos de estado sólido SSD también pueden sufrir daños a causa de los cortes eléctricos, y los problemas pueden variar desde corrupción de datos hasta que se «mueran» y nunca más vuelvan a encenderse, si bien muchos SSDs modernos ya cuentan con mecanismos de protección contra cortes de corriente.
Finalmente, la fuente de alimentación es otro de los componentes que más sufre con estos cortes de energía, pero también es la que mejor preparada está para ello porque la inmensa mayoría de fuentes para PC del mercado incorporan mecanismos de protección contra cortes de luz, cortocircuitos, sobre voltaje, etc.