Los problemas relacionados con las placas base suelen deberse más al sobre calentamiento de los VRM de éstas, que pueden provocar problemas de estabilidad en ellas. Pero también es verdad que la mayoría de estos problemas se suelen presentar cuando se realiza overclock con ellas. Es decir, en circunstancias normales, las temperaturas suelen mantenerse en un rango más o menos normal.
Para comprobar si tenemos un problema de temperaturas con nuestra placa base, lo mejor es recurrir al programa HWinfo y, empleando Prime95 x64 (si vuestro Windows es una versión de 64 bits) mirar las temperaturas que alcanzan a plena carga.
Otros problemas típicos de las placas base se deben a una mala inserción del procesador en el socket donde va, lo que puede resultar en que los pines se doblen. En este caso, siempre podéis intentar enderezarlos con la ayuda de un palillo de madera o una tarjeta bancaria (y mucha paciencia) para que vuelvan a hacer buen contacto. En caso contrario, solamente os queda tirar la placa base a la basura.