Las fuentes de alimentación son componentes esenciales de hardware que traen energía desde una toma de corriente eléctrica y la convierten en electricidad a los voltajes adecuados para alimentar la placa base y otros dispositivos de la computadora. Las fuentes de alimentación pueden llegar a tener tensión excesiva si el equipo requiere más energía que la fuente es capaz de manejar, lo que puede provocar un fallo de alimentación. Una fuente de alimentación debe ser sustituida inmediatamente para evitar daños en el sistema. Afortunadamente, hay una serie de signos reveladores que pueden ayudar a identificar la falla de la fuente de alimentación.
Con una utilización normal, las fuentes de alimentación suelen tener una vida útil de alrededor de 10 años, y aun así son un componente que falla relativamente a menudo. La causa es una mala instalación eléctrica en la casa, cortocircuitos y demás problemas eléctricos.
Para prolongar la vida útil de una fuente de alimentación, no viene mal tener un SAI que evite cortes de corriente, o una regleta con protección contra sobretensiones. Por supuesto, hay que procurar que estén limpias de polvo, así como evitar que estén funcionando al máximo de su capacidad durante mucho tiempo.
Calor
Otro síntoma importante del fallo de la fuente de alimentación es el excesivo calor procedente de la fuente de alimentación. Generalmente, las fuentes de alimentación son calientes al tacto cuando se opera con normalidad, pero no son tan calientes como para que se sientan incómodas o quemen la piel. Si la computadora se bloquea, toca la fuente de alimentación o la parte de la caja donde se encuentra durante el funcionamiento para ver qué tan caliente se siente. Si hace mucho calor, hay una buena probabilidad de que el accidente fue causado por un fallo en la alimentación. Otro problema con el calor es que a medida que la fuente de alimentación falla, los ventiladores internos funcionan más lento. Esto eleva la temperatura de la CPU y la RAM, que también puede conducir a estrellarse.
Ruido y olor
El ruido y el olor puede indicar un fallo de la fuente de alimentación. Cuando una fuente de alimentación está muy sobrecargada, puede llegar a estar tan caliente que los componentes internos se queman. Si percibes olor a humo o llamas procedentes de tu equipo, hay una buena probabilidad de que la fuente de alimentación se esté quemando. El ruido también puede ser un indicador clave, ya que las fuentes de alimentación contienen ventiladores de refrigeración que a menudo se convierten en más ruidosos o hacen gemidos cuando el dispositivo está fallando. Los ventiladores de refrigeración dentro de la carcasa de la computadora también pueden ser más ruidosos cuando la fuente de alimentación está fallando.
Falla de arranque
Si una fuente de alimentación ha sufrido una falla total, el equipo no podrá encenderse. Además, todos los dispositivos periféricos no recibirán energía, así que no hay discos duros o ventiladores girando. Debido a que los problemas de la placa base también puede causar fallo de arranque, es útil abrir la computadora y comprobar si las luces de la placa base se encienden cuando intentas ponerla en marcha. Si la placa no está recibiendo alimentación, es probable que la fuente de alimentación haya muerto.