Por resumir mucho , una estación de trabajo, o workstation, está enfocada, como su propio nombre indica, a realizar tareas exigentes, habitualmente asociadas al mundo profesional. Por su parte, el PC de sobremesa está más optimizado para tareas sencillas, las que habitualmente necesita realizar un usuario de electrónica de consumo.
Y esto se ve reflejado principalmente en las familias de procesadores y tarjetas gráficas que monta uno u otro dispositivo.
Hardware
Las workstation utilizan hardware considerado de “gama alta”, debido a que han sido hechas para tener una potencia mucho mayor a la de una computadora de escritorio. Es cierto que se puede obtener un nivel de rendimiento muy bueno con una PC personal pero el tiempo que toma realizar ciertos tipos de trabajo en ella es mucho mayor. Si por ejemplo, debes renderizar un archivo de audio o video, con una workstation lo harás mucho más rápido.
Usuario
Si la computadora es usada en una empresa, las PC de escritorio son una buena opción para empresas pequeñas y donde la carga de trabajo no sea muy grande, o no deba procesarse una cantidad considerable de información.
También se adecúan perfectamente a las necesidades de un usuario de nivel medio, que usa redes sociales, hace trabajos de poca complejidad o utiliza juegos con frecuencia. La situación cambia para ingenieros, editores de audio y video, creadores de contenido, diseñadores, científicos o arquitectos. Para ellos lo ideal es una estación de trabajo ya que ofrecerá mejores resultados.
Precio
Los precios son variables en el caso de una PC de escritorio y tiene mucho que ver con la configuración, el modelo, la capacidad de almacenamiento y el hardware. Pese a ello, lo más probable es que una estación de trabajo tenga un precio mucho mayor al de una computadora personal y esto se debe a que necesita componentes de mayor calidad para alcanzar mayor potencia que se traduce en un mejor rendimiento, o en todo caso un rendimiento requerido por cierto tipo de labor.
Sea cual fuera la decisión en el momento de compra que el ahorro de presupuesto no sea una de las motivaciones. Enumera tus necesidades o las de tu equipo de trabajo y usa las pautas que te hemos dado para definir qué equipo responde mejor a lo que requieres. Un equipo al que se le exige algo para lo que no está preparado tarde o temprano fallará y deberás hacer una nueva inversión para servicio técnico, lo contrario ocurre si adquieres una computadora muy potente pero el uso que le darás es básico, estarás desperdiciando recursos que podrías invertir en otras herramientas que faciliten tu día a día.