1. Identifica cuál es el problema y su magnitud. No es lo mismo que un virus informático haya infectado archivos del sistema del equipo que simplemente el antivirus haya bloqueado un troyano.
2. Actúa con rapidez. No estés arrastrando el problema del virus, ni sigas trabajando con ese ordenador. Ponlo en cuarentena.
3. Informa a los usuarios. Puede que tú te hayas percatado del problema, pero las demás personas que usan ese ordenador no. Informa a los otros usuarios de que ese ordenador no se puede usar temporalmente.
4. Analiza el equipo con tu antivirus, si puedes. Hay virus informáticos que podrán eliminarse con tu antivirus. Pero en otras ocasiones, puede que no pueda eliminarlo, e incluso, el virus te desinstale o inutilice la protección. En cualquier caso, analízalo primero para ver qué hay.
5. Llama a un experto informático. Si necesitas un técnico informático para que haga una limpieza general del PC, no tengas miedo de hacerlo. Más vale solucionar rápido el problema que perder días y días de trabajo intentando hacerlo sin éxito.
6. Usa un equipo de sustitución. Cuando tengas problemas informáticos, es esencial tener otro equipo disponible desde el que puedas acceder. En ese sentido, viene bien que la información sensible de la empresa esté en la nube para que puedas entrar desde cualquier parte.
7. Descubre cuál fue el origen del malware. Si el programa malicioso ha entrado porque alguno de los usuarios estaba haciendo un uso del ordenador haciendo operaciones que implican riesgo, hay que tomar cartas en el asunto para que no vuelva a repetirse.
8. Aprende de los errores cometidos. Es posible que no tuvieras ningún antivirus instalado en tu PC y eso te haya perjudicado. Ten en cuenta que ahora deberás prevenir problemas de malware en tu empresa a través de un protocolo de seguridad informático.
9. Analiza los daños que se han producido. Si han ocurrido problemas irreparables, debe crearse un sistema de seguridad para proteger la empresa. La pérdida de datos se corrige con un sistema de redundancia de datos.
10. Si es necesario, denuncia. En algunos casos, no hablamos de virus informáticos, sino de software espía introducido por un delincuente para robar información de tu empresa.